Uno de los mejores ejemplos de la transformación que ha sufrido Bilbao es el Museo Guggenheim. Un museo de arquitectura vanguardista que en pocos años se ha convertido en el icono de la ciudad. El Guggenheim debe ser contemplado tanto por fuera, con sus espectaculares formas, como por dentro, donde guarda una colección de gran belleza e importancia. Para ello, adelántate a tu visita y compra las entradas con antelación para evitar colas y disfrutar al máximo de tu visita. Además, en su exterior también pueden encontrarse varias esculturas que hacen las delicias de los visitantes. Una de ellas es Puppy, un gran jardín de flores con forma de cachorro.
El Casco Viejo de Bilbao también es conocido como las Siete Calles. Este nombre procede de las siete calles principales que lo formaban originalmente y que se entrecruzan entre sí. Estas calles son: Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería Vieja, Barrencalle y Barrencalle Barrena. Paseando por ellas podrás descubrir la verdadera esencia de Bilbao, hacer compras en alguna de sus tiendas, saborear algunos pintxos o, simplemente, relajarte paseando por ellas mientras descubres los monumentos que guarda el Casco Viejo.
Tanto en el Casco Viejo como en el resto de la ciudad, podrás descubrir varios monumentos de gran belleza e importancia, que no debes pasar por alto y que son algunos de los mejores lugares que ver en Bilbao. Tres de los más importantes son la Catedral de Santiago, la iglesia de San Nicolás y la iglesia de los Santos Juanes, tres preciosos ejemplos de arquitectura religiosa. Tampoco deberías perderte el Teatro Arriaga. En cuanto a los museos, no deberías perderte tres de los más importantes de la ciudad: el Museo de Bellas Artes, el Museo Vasco y el Museo Marítimo. Todos estos monumentos, entre otras cosas, hacen de esta ciudad uno de los mejores lugares que ver en el País Vasco.