Templo románico del siglo XII perfectamente integrado en la trama urbana de la ciudad, razón por la cual sólo se puede apreciar exteriormente su fachada. Tiene una única nave rectangular, está dividida en seis tramos y tiene coro a los pies. Su espadaña, levantada en el lado norte, quedó inconclusa y, como curiosidad, al estar embutida entre viviendas, el acceso a la cripta se hace desde una casa particular. Destaca su portada, claramente influenciada por la de San Vicente, pero trabajada por canteros más detallistas y las arquivoltas de ésta, siete en total, delicadamente decoradas y sostenidas sobre capiteles con hojas de acanto. El medallón del apóstol Santiago es de época renacentista, al igual que el escudo de armas del obispo don Fadrique de Portugal, patrocinador de las restauraciones del siglo XVI. En el interior, son reseñables los capiteles sobre los que se apoyan los nervios de la bóveda, decorados con flores y tallos. Actualmente (mayo de 2020), se están haciendo obras de rehabilitación en el templo para convertirlo en el Centro de Interpretación del románico rural de la provincia de Guadalajara.
